No hace demasiado tiempo de un día cualquiera, paseaba a caballo con un grupo de amigos. Paramos a refrescar los jacos y tomarnos una Sagres (siento mencionar la marca cervecera, pero así os vais ubicando). Al escuchar mi acento y ver mi atuendo se acercó una niña vestida a la inglesa con ceñido pantalón blanco lavado con Norit. Me miró con cara de sentarse delante en la clase y me preguntó: ¿Cuantos galopes tienes?. Me quité el sombrero de ala ancha para dejar salir mis ideas de la cabeza y le respondí....Niña, yo no tengo "galopes", yo desde pequeño siempre he ido al paso.
Desilusionada y portando su "galope cuatro recién sacao" en el bolsillo de aquel que se lavó con el detergente mencionado, se dio la vuelta y se fue por donde había venido.
He pensado muchas veces en aquella anectoda de los que se creen que por tener un papel expedido por no sé quien dicen ser jinetes.
Para ser jinete hay que mamar, y no precisamente "dos peitos da cabritinha", sino chupar picadero, campo y pista hasta "jartarse". Limpiar estiercol hasta que tus manos parezcan los mangos de la carretilla, montar mucho y callar más.
Un día leí un escrito en english que hoy gracias a "San Google" ya está traducido a nuestra lengua Mater.
Aquí se lo dejo a mi querida niña pija para que vea la diferencia...ojalá que un día vea este post.
Un profesor se hará responsable de tu crecimiento.
Un Maestro te hace a ti responsable de tu crecimiento.
Un Maestro pide confianza y humildad al alumno.
Un profesor te prepara para el viaje exterior.
Un Maestro te prepara para el viaje interior.
Un profesor te envía al camino del éxito.
Un Maestro te envía al camino de la libertad.
Un profesor te explica el mundo y su naturaleza.
Un Maestro te explica a ti mismo y tu naturaleza.
Un profesor te hace comprender como moverte en el mundo.
Un Maestro te muestra donde estás tú en relación al mundo.
Un profesor te da conocimientos y puede reforzar tu ego.
Un Maestro retira tus prejuicios y te hace consciente del ego.
Un profesor te instruye, un Maestro te construye.
Un profesor agudiza tu mente.
Un Maestro abre tu mente.
Un profesor te muestra el camino a la prosperidad.
Un Maestro te muestra el camino a la serenidad.
Un profesor llega a tu mente.
Un Maestro toca tu alma.
Un profesor te da conocimiento.
Un Maestro te da sabiduría.
Un profesor es un pensador sistemático.
Un Maestro es un pensador colateral.
Uno siempre puede encontrar un profesor.
Un Maestro tiene que ser buscado.
Un profesor te guía de la mano.
Un Maestro te guía con el ejemplo.
Cuando un profesor termina contigo, te graduas.
Cuando un Maestro termina contigo, celebras.
Que Dios reparta suerte.
”Criar Puro Sangue Lusitano es entrar en ese mundo mágico de la intuición donde el ganadero se apasiona y va haciendo el caballo a la imagen de su sueño...".
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22.1.13
Materia y espiritu.
Publicado por De la Vacada. en 23:05
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1 comentario:
Excelente dialéctica la tuya Braulio, como bien te dije hace unas horas, tienes futuro escribiendo, y entiendo un poquito de ello...
Recopila todos y cada uno de tus post y da rienda suelta a esa faceta tuya de escritor.
Te felicito!!
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