Un conocido “alfaiate”, o lo que es lo mismo “sastre”, nos contó la historia de esta prenda tan peculiar que se remonta al tiempo de Luis XV. Fue en esa época donde se inspiró el uso de la casaca usada por los “cavaleiros” portugueses. Hoy apenas quedan vestigios de la indumentaria usada por la familia real. El modelo fue cambiado con el tiempo siendo el antecesor de Rosado Pires, Alberto Armindo el hombre que revolucionó esta hermosa prenda. “Fue el primer sastre de los “toreros amadores”, desde la familia real.
Hoy en día es imposible modificar la casaca de toreo. El modelo se conserva desde los tiempos del mencionado Rosado. La casaca actual tiene un perfil completamente distinto del traje de Luis XV. Con dos machos atrás y cinto, con más silueta y, por consiguiente, una casaca más perfecta.
Hoy en día es imposible modificar la casaca de toreo. El modelo se conserva desde los tiempos del mencionado Rosado. La casaca actual tiene un perfil completamente distinto del traje de Luis XV. Con dos machos atrás y cinto, con más silueta y, por consiguiente, una casaca más perfecta.
El modelo es igual para todos los rejoneadores. Los clientes eligen los tejidos, los colores y bordados, que pueden ser hechos en oro, plata, lentejuelas, canutillo, etc. Los colores para las casacas suelen ser azules, granates, verdes o marrones,
Es un trabajo minucioso, “una casaca, si es bordada a mano, puede tardar en hacerse unas 200 horas. A máquina estaríamos hablando de la mitad, unas 100 horas aproximadamente. Y claro está, sólo mencionamos la casaca, porque no podemos olvidarnos que el traje de “cavaleiro” está compuesto también por la camisa de encaje de cuello recto y plastón, chaleco bordado, así como medias altas de charol con repisa en el tacón, que se sujetan con correa y hebillas de metal cromado o plata, prenda que introdujo el cavaleiro D. Carlos Relvas en la segunda mitad del siglo XX, así como la montura que lleva su nombre, aunque ésta no sea utilizada para la tauromaquia.
Los botones de la camisa, ocho en total, son de filigrana de oro o de plata y algunos caballeros ponen sus armas o hierros. Los puños de la casaca llevan una bocamanga ancha y acaban en puños de puntilla. En el bolsillo derecho suelen dejar asomar un pañuelo de fina puntilla.
Llevan también un calzón corto ajustado a la pierna, que normalmente es de color claro, con una fila de botones de plata sin repujar en su parte exterior; sobre el calzón corto, medias blancas que sobresalen del boto hasta por encima de la rodilla.
En la parte de atrás de la casaca llevan un lazo negro, que algunos dicen que es una muestra de luto por D. Pedro José de Alcântara de Menezes Noronha Coutinho , 4º Marqués de Marialva, quien dio su nombre al rejoneo portugués, hoy llamado “arte de Marialva”. Otros, por el contrario, dan la versión de que el lazo que sujetaba la trenza del antiguo cavaleiro pasó a la casaca al dejarse de utilizar la mencionada coleta.
Por montura utilizan la tradicional de arzones, también heredada de las usadas en la corte de Luis XV, la cual se sujeta con pechopetral o pectoral y rabincho o baticola, además de cincho y contracincho. Así mismo lleva una gualdrapa o "xairel" de piel que suele ser de tejón colocado sobre los riñones del caballo para proteger las casacas del sudor del mismo.
La cabezada al igual que todos los arreos son de cuero, generalmente de color negro y con hebillas de color plateado. Los estribos son de caja de madera con adornos metálicos. En la crin suele hacerse una doble trenza corrida o dragonera a las cuales van enhebradas las cintas o lazos de colores que normalmente hacen juego con la vestimenta del jinete.
Como se sabe las corridas de toros tienen origen cortesano. Al inicio de cada lidia los cavaleiros actuantes hacen "las cortesías" a quienes las presiden y al público en general, y para ello usan arreos propios para este protocolo, tanto es así que se denominan "arreios de cortesía", para lo scual cubren la silla con forro de seda bordadas de oro o plata al igual que la gualdrapa y los guardapiernas. Se enjaeza a las cabalgaduras con arneses de lujo y en la parte superior de la cabezada se coloca un penacho de plumas de avestruz haciendo juego con las que lleva en el tricornio negro de piel de castor el jinete.
Como he mencionado al Marqués de Marialva anteriormente, me veo en la obligación de enseñaros sus arreos de "cortesía" que se conservan en el museu Nacional dos Coches.
Es un trabajo minucioso, “una casaca, si es bordada a mano, puede tardar en hacerse unas 200 horas. A máquina estaríamos hablando de la mitad, unas 100 horas aproximadamente. Y claro está, sólo mencionamos la casaca, porque no podemos olvidarnos que el traje de “cavaleiro” está compuesto también por la camisa de encaje de cuello recto y plastón, chaleco bordado, así como medias altas de charol con repisa en el tacón, que se sujetan con correa y hebillas de metal cromado o plata, prenda que introdujo el cavaleiro D. Carlos Relvas en la segunda mitad del siglo XX, así como la montura que lleva su nombre, aunque ésta no sea utilizada para la tauromaquia.
Los botones de la camisa, ocho en total, son de filigrana de oro o de plata y algunos caballeros ponen sus armas o hierros. Los puños de la casaca llevan una bocamanga ancha y acaban en puños de puntilla. En el bolsillo derecho suelen dejar asomar un pañuelo de fina puntilla.
Llevan también un calzón corto ajustado a la pierna, que normalmente es de color claro, con una fila de botones de plata sin repujar en su parte exterior; sobre el calzón corto, medias blancas que sobresalen del boto hasta por encima de la rodilla.
En la parte de atrás de la casaca llevan un lazo negro, que algunos dicen que es una muestra de luto por D. Pedro José de Alcântara de Menezes Noronha Coutinho , 4º Marqués de Marialva, quien dio su nombre al rejoneo portugués, hoy llamado “arte de Marialva”. Otros, por el contrario, dan la versión de que el lazo que sujetaba la trenza del antiguo cavaleiro pasó a la casaca al dejarse de utilizar la mencionada coleta.
Por montura utilizan la tradicional de arzones, también heredada de las usadas en la corte de Luis XV, la cual se sujeta con pechopetral o pectoral y rabincho o baticola, además de cincho y contracincho. Así mismo lleva una gualdrapa o "xairel" de piel que suele ser de tejón colocado sobre los riñones del caballo para proteger las casacas del sudor del mismo.
La cabezada al igual que todos los arreos son de cuero, generalmente de color negro y con hebillas de color plateado. Los estribos son de caja de madera con adornos metálicos. En la crin suele hacerse una doble trenza corrida o dragonera a las cuales van enhebradas las cintas o lazos de colores que normalmente hacen juego con la vestimenta del jinete.
Como se sabe las corridas de toros tienen origen cortesano. Al inicio de cada lidia los cavaleiros actuantes hacen "las cortesías" a quienes las presiden y al público en general, y para ello usan arreos propios para este protocolo, tanto es así que se denominan "arreios de cortesía", para lo scual cubren la silla con forro de seda bordadas de oro o plata al igual que la gualdrapa y los guardapiernas. Se enjaeza a las cabalgaduras con arneses de lujo y en la parte superior de la cabezada se coloca un penacho de plumas de avestruz haciendo juego con las que lleva en el tricornio negro de piel de castor el jinete.
Como he mencionado al Marqués de Marialva anteriormente, me veo en la obligación de enseñaros sus arreos de "cortesía" que se conservan en el museu Nacional dos Coches.
Conjunto de sela, xairel, gualdrapa e estribos.
Pertenceu a D. Pedro de Alcântara e Meneses, 4º Marquês de Marialva e Estribeiro - Mor de D. José I.
Pano para cobrir o cavalo, coloca-se por cima da sela .
Veludo vermelho com bordado de aplicação de seda branca e amarela, apresenta ao centro o brasão do Marquês.
Pertenceu a D. Pedro de Alcântara e Meneses, 4º Marquês e Estribeiro - Mor de D. José I.
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