”Criar Puro Sangue Lusitano es entrar en ese mundo mágico de la intuición donde el ganadero se apasiona y va haciendo el caballo a la imagen de su sueño...".
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19.2.09

MESTRE NUNO OLIVEIRA.

Uno de los amantes del caballo lusitano fue sin duda el Mestre Nuno Oliveira, decía de él que posee el temperamento más gentil del mundo y es el más equilibrado. Vuelve simple el trabajo del "cavaleiro" porque es el que mejor acepta las manos y las piernas..."

Veamos lo que decía el Maestro en unos textos extraídos de su libro “Reflexiones sobre el arte ecuestre”.

“Los ejercicios efectuados por medio de espuelas de puntas aceradas y duro bocado, no conseguirán dotar de belleza y gracia al caballo.
Mientras más se castiga a un caballo, más se apaga su fuego. La marca de una buena doma son la tranquilidad y la destreza, que se manifiestan en el propio caballo.
Solo un jinete tranquilo, que tenga ayudas discretas y suaves, es capaz de montar un caballo realmente educado.”

“No nos debemos dejar engañar por los resultados aparentemente rápidos obtenidos por el uso de la violencia. Sólo la gimnasia racional resolverá cualquier problema.
Con el fin de reducir al mínimo los problemas y las resistencias que se encuentran en el curso del entrenamiento del caballo, es necesario tener paciencia, apostura y alguna inteligencia. El caballo se acostumbrará a las ayudas poco a poco, si se le familiariza con ellas gradualmente.
Así se va preparando para percibir peticiones, que le resultarán más fáciles de ejecutar.
Un caballo nunca debe ser entrenado por el miedo. Aunque el progreso puede parecer lento, es sólo por el trabajo cortés y racional como un caballo puede ser realmente entrenado.
El caballo, cuando ha sido castigado con el fin de forzarle a efectuar un ejercicio que le es incómodo, recordará cada vez que se le pida el mismo movimiento aquel castigo, se pondrá en tensión y a veces se rebelará ante la expectativa de castigo.”

“El jinete que tenga gran tacto premia el más discreto indicio de obediencia por parte de su caballo que responderá entonces serena, confiada y gratamente a cualquier otra petición.
El Capitán Beudant decía: “Pedir con frecuencia, contentarse con poco y premiar mucho”.




Un caballo nunca tendrá miedo de un jinete que tenga tacto y sensibilidad porque nunca le llevará por encima de sus posibilidades.
Tacto es el propio descubrimiento, es llegar un día, después de muchas horas de monta, en el que sentimos y percibimos el auténtico significado del tacto ecuestre.
La mayor delicadeza de un jinete debe ser su tacto, con el fin de obtener la mayor flexibilidad y movilidad posibles, resultando una educación física superior.
Cuando hablo de un jinete que tenga finura, no estoy hablando de uno que no ayude a su caballo y no lo mantenga en la ligereza e impulsión o que le exija mantener una posición perfecta.
El jinete debe tratar de llegar a la etapa de tener siempre la sensación de acompañar y ayudar al caballo en cada paso, movimiento o gesto.
Cuando el asiento del jinete es seguro, sus piernas estarán bien estiradas y cuando su caballo alcance un alto grado de obediencia y equilibrio, el jinete lo dominará sin esfuerzo y su estabilidad de asiento le mantendrá en todas las ocasiones sin esfuerzo y contracción.
Es esta total tranquilidad y relajación lo que hace una sola pieza de jinete y caballo, sin impedirles ningún movimiento.”


"Muchas veces los caballos no dan lo mejor de si mismos, porque sienten que el jinete no busca una sensación placentera, sino que simplemente, está usando instrumentos y siguiendo reglas.Sin delicadeza todo lo que hace el caballo es forzado.La delicadeza es un requisito necesario para alcanzar el estado de gracia indispensable en el arte.Adiestrar un caballo no es sólo ganar su sumisión, como se dice a menudo; significa también asegurarse de que el caballo disfrute haciendo lo que se le pide. En la vida, cuando dos seres vivos dan lo mejor de si mismos para realizarse, sucede algo maravilloso."

1 comentario:

Anónimo dijo...


Esplendido, me encanta este reportage.

un saludo

Isaac